¿Por qué, dónde y cómo investigué el leguaje rural de Miguel Delibes?
El lenguaje popular-rural es el más importante de los lenguajes que aparecen en la narrativa de Miguel Delibes.
Popular lo aplicamos en el habla corriente a objetos, ideas, lugares, etc. que con el paso del tiempo se han hecho costumbre y cuyo destinatario y propietario es el pueblo, la gente.
Hablamos del lenguaje popular-rural de Delibes cuando nos referimos a todas aquellas palabras y expresiones de las obras del maestro que nombran aperos, objetos, paisajes, etc. que son propios de los pueblos (entendido pueblo como distinto de ciudad) y dan forma a su existencia.

Por qué
Página a página, libro a libro, leí hace ya algunos años todas las obras de Miguel Delibes. Buscaba las palabras y expresiones rurales de su lenguaje para defender mi tesis doctoral sobre El discurso de carácter popular-rural en la narrativa de Delibes.
Mis raíces castellanas (de Valladolid y Palencia) y mi amor por el español me hicieron investigar con mucho empeño y alegría este lenguaje rural y, al investigarlo, estaba encontrando el modo de ser de los castellanos que se escondía detrás de su lenguaje. Encontré cerca de 1.500 voces y más de 1.000 expresiones. La mayoría de las palabras aparecían en el Diccionario de la Academia de la Lengua, pero había más de 300 que no, por ser localismos o palabras en desuso.
Y fue entonces cuando me propuse investigar aquel tesoro del castellano rural viajando a los pueblos más frecuentados por Delibes en sus salidas al campo.
Quise dar luz sobre esta riqueza del español que aún late en los pueblos de Castilla y que Delibes nos muestra en sus novelas.
Dónde
La mejor manera de encontrar las viejas palabras rurales empleadas por el maestro Delibes en su narrativa era volver a esos pueblos castellanos pateados por él en sus cazatas, sus tardes de pesca de cangrejos con retel o sus paseos por el campo para contemplar el alto cielo de Castilla.
Releí los textos del maestro en los que cuenta historias vividas y fui construyendo un mapa que resultó bastante compacto: la zona más frecuentada por Delibes comprende los valles del Esgueva y del Duero desde Valladolid a Peñafiel (sabiendo que hay otros muchos lugares conocidos por el escritor).
Allí, a los valles del Esgueva, Jaramiel y Duero, dirigí mis pasos y mis investigaciones.

Cómo
La primera vez que mi mujer y yo visitamos aquellos pueblos castellanos tan conocidos por Delibes en busca de sus palabras rurales, lo hicimos sabiendo que habría que volver sobre el mismo terreno muchas otras veces. El trabajo era duro pero apasionante. Teníamos ante nosotros el reto de descubrir ese lenguaje rural que empleaba Delibes y que había venido latiendo en Castilla durante siglos.
Nos dirigimos a residencias de ancianos de Peñafiel, Quintanilla de Onésimo o Tudela de Duero y visitamos, casi casa por casa, a otros ancianos de pueblos de la zona. Sin prisa, preguntando una y otra vez las mismas palabras, los ancianos dieron respuesta a nuestras preguntas. Sabían de qué les hablábamos, pues les estábamos preguntando por unas palabras que, en muchas ocasiones, seguían empleando con normalidad.
La investigación fue lenta, preguntando no más de 30 palabras por sesión. Poco a poco fuimos dando con los significados precisos de las palabras más rurales del maestro. Incluso ampliamos nuestro territorio de investigación para seguir preguntando por este léxico, como cuando nos entrevistamos, entre otros, con Paulino, al norte de León, viejo guarda del río Omaña y al que Delibes dedica un capítulo en Mis amigas las truchas.
Con la investigación de campo agotada, volvimos a casa con 28 palabras sin definir. Escribí entonces al maestro que, en sucesivas cartas, dio respuesta a mis 28 últimas voces. Aparecen en esta web los significados que me aportó el propio Delibes de su puño y letra en las cartas que se incluyen en el apartado “Correspondencia”.
Así fue cómo di con el significado de los tres centenares largos de palabras rurales empleadas por Delibes y que no aparecen en el DRAE. Todas ellas forman el Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes, que publiqué en 2006.