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Palabra de Delibes 31 de marzo: encalabrinado

Encalabrinado: la última palabra de mi sección «Palabra de Delibes». El podcast aquí: https://cadenaser.com/2022/03/31/encalabrinado-palabra-de-delibes/

Mi sección en Esradio CyL del miércoles 6.

Lenguaje rural #Delibes. Sección «Dialecto agrario» en @esRadio_CyL del miércoles 6. Palabra «linderón» por @jorgeurdiales. Programa «Es el campo de CyL». Minuto 12 del podcast: https://esradio.libertaddigital.com/castilla-y-leon/2017-09-28/el-sector-primario-5820644/

Conferencia IES Hoces del Duratón, Cantalejo (Segovia)

Invitado por el Ministerio de Cultura, acudí a Cantalejo, el pueblo de los trillos, en Segovia, a predicar el buen castellano de Miguel Delibes. Me puse mi hábito de misionero del español y tuve una primera charla con alumnos de 4º ESO y otra posterior con alumnos de 2º de Bachillerato, con los que, además, nos fuimos  visitar el Museo del Trillo que tienen en la localidad. Acabé la jornada comiendo con los profesores de Lengua del centro. Las fotos de las charlas, en mi página de Facebook:

http://www.facebook.com/#!/pages/Jorge-Urdiales-Yuste/248064568588046?fref=ts

El caballón, www.revcyl.com

http://www.revcyl.com/cultura/La%20pagina%20de%20Jorge%20Urdiales.html#caballon

A vueltas con Miguel Delibes

Jueves, 26 de enero de 2012

Pequeñas elevaciones del terreno: el caballón

La caza da unas fatigas que no da la pesca. Es de sube y baja, de repechos, de laderas que se empinan y de caminatas por el páramo. El cazador que se precie de serlo tiene que tener buen fuelle si quiere abatir a unas perdices por los campos de Castilla.

Boñiga o cagajón, www.revcyl.com

http://www.revcyl.com/cultura/La%20pagina%20de%20Jorge%20Urdiales.html

A vueltas con Miguel Delibes

Domingo, 11 de diciembre de 2011

                                                                                          Boñiga o cagajón

        En la ciudad se pierde el tiempo, se dedica la gente a cosas vanas, que ni van ni vienen. Esta es una de las ideas que el Mochuelo tiene en mente y que formula con ejemplos apenas empieza el devaneo de sus recuerdos sobre el camastro que chirría, la víspera de su marcha a la ciudad: “Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo –pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quien, al cabo de catorce años de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón”. (El camino, p. 8).